Calvià planea demoler once locales vacíos en Magaluf

Calvià planea demoler once locales vacíos en Magaluf

👁 2183✍️ Autor: Ana Sánchez🎨 Caricatura: Esteban Nic

El Ayuntamiento de Calvià quiere comprar y demoler once locales cerrados desde hace tiempo en Magaluf: en una superficie de 2.600 m² se creará más espacio público. Coste: unos dos millones de euros, solicitados a través del impuesto turístico.

11 locales vacíos darán paso a espacio público

Quien pasee por la zona de la Punta Ballena en Magaluf conoce la hilera de escaparates abandonados: puertas cerradas, persianas bajadas, polvo en las esquinas. Ahora, la administración municipal de Calvià ha presentado un plan que podría cambiar este rincón: once tiendas cerradas desde hace tiempo serán compradas y demolidas.

¿Qué está previsto exactamente?

En el área de alrededor de 2.600 metros cuadrados, el municipio quiere crear más espacio para el público. Los usos concretos aún no están decididos — podrían ser una pequeña zona ajardinada, asientos o una plaza para mercados y eventos. Es importante: no se trata de construcciones nuevas en sentido clásico, sino de espacio libre en lugar de una edificación que lleva años sin uso.

Costes y financiación

El cálculo: algo más de dos millones de euros. Calvià ha solicitado una subvención con fondos del impuesto turístico para pagar la compra y la demolición. Para el municipio es una cuantía media, pero en tiempos de escasez presupuestaria un proyecto así debe estar bien justificado.

¿Por qué ahora?

La hilera de locales lleva tiempo vacía y los vecinos la consideran un punto degradado, dicen. Al mismo tiempo, el municipio tiene interés en ordenar la imagen urbana de Magaluf y crear más espacios de uso público —especialmente en los meses de invierno, cuando hay menos actividad. Un efecto no menor: menos superficies en decadencia también pueden mejorar la sensación de seguridad.

Reacciones del vecindario

En la panadería de la esquina se escuchan diversas opiniones: algunos vecinos acogen la idea con agrado, otros preguntan por las perspectivas para los comerciantes locales. Algunos hoteleros temen que una remodelación no sea a corto plazo una solución a los problemas estructurales del municipio. En resumen: escepticismo, pero también curiosidad — cómo quedará el proyecto al final está por verse.

La administración quiere aclarar los detalles en las próximas semanas — permisos, un posible calendario para la demolición y negociaciones con los propietarios están en la agenda. Si todo va bien, los primeros trabajos podrían comenzar el próximo año. Hasta entonces, los paseantes siguen viendo los mismos escaparates cerrados — y esperan vida en lugar de desocupación.

Leído, investigado y reinterpretado para ti: Fuente

Noticias similares